La niñez

Posted by Algo aleatorio On jueves, 5 de enero de 2012 0 comentarios

   Bien lo dijo Alberto Masferrer en El mínimum vital “El niño decimos, es el perdón de hoy la purificación del mañana: sólo en él cabe el mejoramiento visible y trascendente de la sociedad, sólo en él alcanzan su realización las esperanzas y los anhelos de acrisolamiento. Es el verdadero torbellino que organiza la vida, atrayendo para organizarla, los elementos más puros del ambiente social y cósmico. Es un centro de cristalización, al cual afluyen las fuerzas vivas y renovadoras que forman el río perenne de la vida”. Y efectivamente, la niñez surge como una propuesta orientada a mejorar la sociedad, en el sentido de que en ella se reúne el potencial humano sobre el cual se depositan los esfuerzos, la confianza y el entusiasmo de alcanzar la conformación de un mejor país, sin embargo, ¿Qué nos dice la realidad histórica de la niñez en El Salvador?...

Sentada en el silencio
Descubrí la monotonía de tus ojos disipados por el miedo,
Los esteros de sangre por ti derramada,
La agonía de voz enmudecida en lo secreto…
¡En lo absurdo!
En el lugar donde la muerte encontró tu silueta
Y la dibujó con garras frívolas sobre la tierra desnuda,
Sobre tu risa de niño abandonado entre las sombras,
En la mirada retadora divisando el horizonte,
En el dolor de un pueblo que recibió las salobres gotas de agua entristecida,
En el estruendo de las armas amenazando tu inocencia,
En la premonición de un destino que aún descubro,
En el eco de promesas que no encontraste
Porque la mentira arrebató tus sueños de infante horrorizado,
Porque tú descifraste otras,
Otras con las que jugaste y anhelaste el deseo de un cielo de colores,
Otras que ignoraste porque no te las dijeron,
Porque se quedaron inmóviles mientras tú yacías en la indiferencia,
En el vahído inútil de la pobreza,
En el verde taciturno de la iglesia del Mozote,
En la brisa polvorienta del olvido,
En la furia de unos hombre que no te conocieron…
Porque no les importó…
¡Porque ahora ya no importa la melancolía!
Ni las balas lacerantes esgrimiendo tu dolor,
Ni el vacío que descubro sentada en el silencio…

Indiscutiblemente, nuestros niños y niñas se ven inmiscuidos en lamentables situaciones donde tienen que abandonar su inocencia para entregarse a las míseras dolencias producidas por la violencia, la marginación social, la pobreza y el déficit educacional, y además de ello, el pasado trae consigo un panorama amedrentado por el conflicto armado donde miles de infantes fueron cegados por la injusticia y la búsqueda perenne de más y más poder… Un panorama donde miles de infantes encontraron la muerte… ¿Qué puede hacerse hoy en día? Como sociedad civil debemos exigir a nuestros representantes políticos la implementación de reformas sustantivas donde impere la erradicación de los males que de antaño han inhibido el pleno desarrollo de la niñez, y a la vez, ser partícipes de esas transformaciones que únicamente pueden llevarse a cabo a partir del pleno interés y esfuerzo que nosotros realicemos.

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